Puta… ¿tengo que hacerlo?
Tengo que hacerlo. Tengo que abrir la ventana del bólido y gritar en medio de la calle. Vaciar mis pendrives y formatear los ipods ajenos. Tengo que escribir estas fuckin líneas al borde del colapso nervioso y la crisis de la media-mediana edad. Tengo que decirle al mundo que el final de Battlestar Galactica, esa obra maestra de la sci-fi ñoñez VALE CALLAMPA. Vale hongo y no hablo de los de Mario Bros, que la llevan y hasta tienen carita, sino de los malos, los podridos, los llenos de caca de perro y sudor ajeno.
Tengo que hacerlo. Tengo que abrir la ventana del bólido y gritar en medio de la calle. Vaciar mis pendrives y formatear los ipods ajenos. Tengo que escribir estas fuckin líneas al borde del colapso nervioso y la crisis de la media-mediana edad. Tengo que decirle al mundo que el final de Battlestar Galactica, esa obra maestra de la sci-fi ñoñez VALE CALLAMPA. Vale hongo y no hablo de los de Mario Bros, que la llevan y hasta tienen carita, sino de los malos, los podridos, los llenos de caca de perro y sudor ajeno.
Humanos y Cylons viviendo juntos: FIN DEL MUNDO!
Sí, vi Dragonball la película y prefiero comentar el final de Battlestar. ¿Por qué? Porque al menos con la mierda de adaptación a la historia de Toriyama se sobrentiende que es orín de buey y que ni todos los farts del mundo pueden apestar tanto. BSG, por otro lado, es una joya que en 4 temporadas se convirtió en un clásico de culto, un referente de serie espacial como ningún otro y que en los últimos 5 capítulos, se viene abajo como una puta nave espacial de naipes (joder, sonaba mejor decir casa). Por lo mismo, advertencia. Desde ahora encontrarás serios insultos que involucran animales muertos, garabatos en arameo y una que otra referencia a Bob Dylan en pelota, además de serios spoilers, que afectarán (si sigues la serie) tu juicio forever and beyond.
Ya con eso dicho, me dispongo a patear a este cacharro (ojo: no dije cachorro, ¡no me demanden, cabros!).
Centuriones de la serie nueva,: Robots Asesinos del Mal
Oiga, compare: ¿Qué mierda es Battlestar Galactica?
Cierto. Olvidaba que para la gran mayoría BSG suena a examen de prostáta y el título en inglés suena fácil como “La Enciclo” pero del espacio exterior. Haciéndola corta, Battlestar Galactica es el remake de una serie sci-fi de los 70s, que cuenta la historia de los últimos sobrevivientes de un sistema solar que fue absolutamente masacrado por máquinas con forma humana. Sí, como Terminator, con minas ricas entre las robots incluso. Estos robocs, denominados “Cylon”, anuncian desde el primer episodio que tienen un plan (“uuhhhh… Mufasa!”), y no dejan de perseguir y aniquilar a la diezmada flota humana. Para colmo de males, aunque los cylons poseen sólo 13 modelos, hay múltiples copias de cada uno, peeero son idénticas. Es un ejército completo de terminators con o sin piel (porque también hay Cylons full metal jacket, llamados Centuriones) dispuesto a la maldá. Huyendo de los ataques, los humanos se refugian en la idea de que más allá de las estrellas hay un planeta escondido llamado Tierra (awwww), y tendrán que llegar antes que los robocs acaben con ellos. Bajo ese precepto se alineaba esta búsqueda, llegarían a ese bendito planeta como sea –“So say we all” repetía el personal de la Battlestar para convencerse de que su destino era ese, y estaba cerca. Más, cuando al principio de la serie te establecen que hay cylons entre la tripulación de la Galáctica (que es una viejísima-pasada-a-claveles nave de combate), la cosa se pone tensa: hay que comenzar a descubrir quien de los buenos es malo y quien de los malos, peor. Toda la serie giraba en una área gris donde no sabías quien era cylon y quien no, transformándose en un juego de supervivencia que incluía al mismo espectador. No hablaré de las primeras temporadas porque son una joya, así que obtienen inmunidad y perdonazo. Los problemas del orto comienzan en la segunda mitad de la cuarta temporada, cuando el “terrible plan” cylon empieza a descubrirse… y claro, RESULTA SER UN MOJÓN DE MANATÍ.
Centurión de la serie vieja: sin pega.
Los 8 “detallitos” que CAGAN ABSOLUTAMENTE el FINAL DE BSG.
8. Todas las visiones del mundo.
Desde un principio quedaba claro que Galáctica no era una serie de “living”, como las denomino. O sea todas esas donde la sala de mando de la nave tiene sillas y paneles como mesas (sí, te miro a ti Star Trek, Andromeda, Enterprise y tantos otros lulos): los personajes tenían visiones extrañas de futuros misteriosos e inciertos y no sólo eso, un par de ellos (el doctor Baltar y una cylon, Caprica Six) veían copias de ellos mismos, que nadie más cachaba y les sugerían intrigantes -hasta sexys & hornys- acciones. El misticismo era parte importante de la nave –incluso los humanos creían en 12 dioses, mientras los cylon habían descubierto al “único Dios”- pero en los últimos episodios el asunto ya se va en picada. Sin ir más lejos, una temporada giró incluso en torno a Pythia (una Nostradamus galáctica) y sus predicciones místicas, que al final de la serie serían JACKSHIT y de hecho no tendrían ningún valor real a la saga. Todas las visiones eran de hechos totalmente random, para nada importantes y lo peor: que iban a pasar de todas formas. Ah, y si se preguntan que pasaba con la pelotudez de los que veían copias fantasmas de ellos mismos, puta… ERAN ÁNGELES. Oh sí. Ángeles. ¡Lo escribiré de nuevo, por la chucha! ¡¡¡ÁNGELES!!! Fuck el misticismo.
7. Bob Dylan is God.
Y fuck el misticismo TWICE. Llegando al final de la tercera temporada, todo giraba en reconocer a los FINAL FIVE, los 5 cylons restantes cuya apariencia se desconocía. Uniendo mística y música, nos mostraron a los 5 culpables con una curiosa técnica: cada uno escuchaba, desde distintas partes de la nave, una canción en su cabeza. Lo más curioso es que la canción era All Along in the Watchtower, de Bob Dylan y no hubiera pasado de una buena elección musical hasta que se reveló en los últimos minutos que en los acordes del mismo órgano casio estaba… LAS COORDENADAS PARA LLEGAR A LA TIERRA. Oh sí, desde un principio. ¿Quién lo dice? LA NOCHE! Epa, no… Bob Dylan.
6. Corrección, la patada en la raja is God.
La última gran batalla entre cylons (solitos ellos) y humanos (ayudados por otros cylons también, una locura) ocurre dentro de las dependencias de la Galáctica y mientras la mayoría de los protas saca el espíritu DOOM FPS del bolsillo (porque a nadie le pasa nada, plop), en el medio de la batalla, el mejor personaje de la serie, el Almirante Bill Adama, se echa a un Cylon de una patadita en las posaderas. Sin balas ni nada, patá en la raja y pa la casa. ¿WTFS? O sea, si esta debilidad hubiera sido conocida antes… NO HUBIERA HABIDO NINGUNA PUTA GUERRA EN UN PRINCIPIO. A la mierda, tírenle el dato a John Connor y también nos ahorramos el Judgement Day… doble punto para los que compren bototos punta-e-fierro en el futuro.
5. Tendencias Suicidas
Y la patada no es la única volada WHAT THE FUCK en esa escena. Quizás el más grande desconcierto llega cuando Cavil, el Cylon número 1 y siempre el más malo que el natre badass, al momento de enfrentar acara a cara los humanos, toma de la decisión drástica de VOLARSE LA FRAKKIN HEAD. Así sin más. Como si Skeletor se tirara por la montaña serpiente cuando ve a Heman, como si el Joker se hubiera metido una granada de la risa en el culo cuando le tasa la capa a Bats. Cresta, como si Bowser se hubiera tirado a la lava al ver a Mario, como-- puta, ya cachan. Al parecer la indignidad era un Spyware en la memoria RAM de los Cylon…¿o se habrá matado para no ver el final de su propia serie? Aaaaah, claro. Todo Calza.
4. Ángel, la niña de las flores.
Muchos de los fans más acérrimos le brindaron su amor incondicional a Kara Thrace, alias Starbuck, la mejor piloto de la Battlestar Galactica. Al final de la tercera temporada, Kara muere en una explosión del espacio, para volver luego (sin mayor explicación) a asombrar al resto de la flota. ¿Era un Cylon? Todo parecía indicarlo. Peeeeero, los modelos de robots se acababan y ya ser una de ellos no era una opción. Para colmo de males, la misma Kara misma encontraría, en otro planeta, restos de su cuerpo calcinado e incluso su nave… es necesario que siga, cuando ya con el título lo dedujeron? Yup, porque a final la cabrita era un Ángel. Igualitos a los otros ángeles que les conté... sólo que por esas cosas, a este ángel si que todo el mundo lo podía ver, no como los otros, que sólo se manifestaban ante una persona/cylon. Cosas de la religión, seguro… pero NO ME VENGAN A WEVIAR EN UNA SERIE DE CIENCIA FICCIÓN, JODER! Y menos con uno de los protagonistaaaaas, paren el bailongo. Oh, Yisus.
3. El Origen del Misionero
Voy a tirar otro spoiler más o menos, lo advierto (aunque bastante valiente quien haya leído todo lo anterior y aún quiera ver la cagada de final, les reconozco eso). Resulta que al final, cuando Bob Dylan es insertado en la Galáctica y todas las naves de la flota hacen su último “salto” (una especie de teletransportación), logran llegar aun planeta que nos parece conocido… oh sí, la Tierra! ¡Yai felicidad, un alto a las guerras! ¡Se acabó la crisis económica, yupi! Nop, wait. Resulta que llegan a la Tierra… pero en la prehistoria!! WOOOOO WHAT A TWIST! (y sí, en el fondo es un Twist bueno, pa que estamos). Como buscaban un planeta en el cual asentarse, toda la flota decide quedarse acá e incluso envían a sus naves hacia el Sol (aunque no tengo puta idea por qué, quizás nos hubieran servido, amiguitos espaciales!). Los humanos y Cylons restantes deciden quedarse y crear nueva vida. Lindo, precioso. Pero ¿what the shit? ¿“Nueva vida” significa comenzar a procrearse con las pobres y los pobres homo erectus de nuestro pasado? Ok, thats just NASTY. Pero tiene sentido. Aunque sigue siendo NASTY. Aunque tiene sentido… damn, difícil ponerse de un lado. Como sea, un épico momento para la humanidad. Y por épico quiero decir—mejor me callo.
2. Publicidad Piola (NOT!)
Una cosa es terminar la serie con dignidad y otra convertirla en un spot disfrazado para, oh sorpresa, una nueva serie de los creadores de esta ídem. Y yo que pensé que la sinverguenzura se había quedado en el siglo pasado -mis bolas- porque el último capítulo de Galáctica cuenta con más de media hora de puras escenas que lo único que te dejan claro, es que hay que sintonizar un nuevo culebrón llamado CAPRICA, en donde –lo sospechábamos desde un principio- se revelarán nuevos secretos.. pero EN EL PASADO DE LA SERIE ORIGINAL (oh, sí, el guatón Lucas estaría orgulloso: mmmhhh… precuelas… yummy!), cuando los planetas humanos aún existían. ¿Cómo tan cara de raja, amiguitos? Es tanto que hasta guardaron un modelo de Cylon para revelarlo en la nueva serie… córtenla con la estafa , joder! De puro cagados no colocaron en los comerciales que aún falta un especial sobre “el plan” de los cylons poh, jajajajaja… ¿Ah? ¿Qué si lo hicieron? Nooo… ¿Qué incluso el espacial se llama EL PLAN? Fuck it. I rest my case.
1. The Final Five (Minutes)
Caso aparte son los últimos cinco minutos que ya parecen de joda. Con decirles que en un toma sale hasta Ronald Moore, el creador de la joya que se convirtió en boñigas de oveja... así como firmándola el balsa. Classy. En fin, al punto. Terminamos con dos ángeles –no empecemos de nuevo, ya establecimos que ángeles in BSG = MEGACRAP- que caminan campantes por nuestro tiempo. Ahhh, claro… (o sea los de la tripulación le dieron el bajo a varias cavernícolas como lo expuse arriba, yai!) y para variar, todos nosotros somos el resultado de esos encuentros -excelente, se cumplió mi sueño y soy parte cylon! (nota mental: ¿tendré un plan?). Sin ir más lejos, como nos advertían algunos personajes de la serie: “todo lo que sucedió volverá a suceder”, así que terminan la serie con variadas imágenes de el robot que sube las escaleras, del que juega fútbol, del que era aspiradora... puta sólo faltaron a la cita los tamagotchis y los furbies. Así que watch out kids, temed de sus videocaseteras y pantallas planas, no los alimentéis después de medianoche… porque se convierten en... CYLONS! CHA CHA CHA CHAAAAÁAA—AAAAN!. Telón.
Ya está. Ya lo dije. Ya escupí sobre una piedra angular ñoña y poco me importa. Porque pueden ser detalles chicos, pero puta, detalles los suficientemente afilados para botar de un plumazo a una serie que creía perfecta, que le compré cada uno de sus fuckin giros hasta que como munición espacial se les gastaron. ¿Qué nos queda? Es momento de decir, como siempre, un “buen trabajo” solapado a todos los actores, al crew. Terminaron un coloso, y eso ya es algo. Pero, damn, lamento haber cargado con ustedes por toda la galaxia, por mil galaxias, en 4 temporadas, para terminar en este oscuro bodrio. Aunque, tienen razón, silly me; el dicho es viejo: mientras más grande la nave espacial… más fuerte es la caída.
So say we all, cabros.
So say we all.